
Ataque aéreo ruso a gran escala golpea la capital ucraniana
En una escalada significativa de las hostilidades, las tropas rusas lanzaron un gran ataque aéreo contra Kiev, resultando en al menos ocho muertos, incluido un niño. El ataque representa el mayor asalto con drones y misiles contra la capital ucraniana en semanas recientes y ocurre en medio de esfuerzos diplomáticos continuos para poner fin al conflicto.
Evaluación de víctimas y daños
Las autoridades locales confirmaron que al menos 45 personas resultaron heridas y fueron trasladadas a hospitales tras el bombardeo. Los equipos de rescate continúan buscando posibles supervivientes bajo los escombros, con múltiples edificios residenciales y un centro comercial entre las veinte ubicaciones afectadas en la ciudad.
Contexto diplomático y reacción internacional
El ataque se produce durante un período de intensa actividad diplomática, que incluye reuniones recientes entre el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente estadounidense Donald Trump en Alaska. El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky condenó el ataque y declaró que "Rusia elige misiles en lugar de la mesa de negociaciones", instando a sanciones incrementadas contra Moscú.
Contraataques ucranianos y desarrollos regionales
En respuesta al ataque contra Kiev, las tropas ucranianas apuntaron a infraestructura rusa, atacando dos refinerías de petróleo en la región de Krasnodar con drones. Las autoridades rusas reportaron haber interceptado más de cien drones ucranianos mientras confirmaban incendios en instalaciones energéticas.
Implicaciones estratégicas y perspectivas futuras
Analistas militares sugieren que esta escalada demuestra la continua disposición de Rusia a utilizar la fuerza militar a pesar de los acercamientos diplomáticos. El momento del ataque, tras encuentros internacionales de alto nivel, indica posibles desafíos de coordinación en las negociaciones de paz y subraya la dinámica compleja del conflicto en curso.