Hezbollah, el principal proxy de Irán en Líbano, desempeña un papel central en la guerra encubierta entre Irán e Israel, con recientes enfrentamientos en la frontera libanesa que aumentan las tensiones. Sus vínculos históricos con Irán y sus capacidades militares lo convierten en un actor clave en la inestable geopolítica de la región.

El papel de Hezbollah en la guerra encubierta entre Irán e Israel
El conflicto continuo entre Irán e Israel está utilizando cada vez más la guerra por poderes, donde Hezbollah desempeña un papel crucial a lo largo de la frontera libanesa. Fundado en 1982, Hezbollah ha evolucionado de un movimiento de resistencia a una poderosa fuerza política y militar, estrechamente vinculada a los intereses estratégicos de Irán en la región.
Contexto histórico
Hezbollah surgió como respuesta a la invasión israelí de Líbano, con el apoyo de la Guardia Revolucionaria Iraní (IRGC). A lo largo de las décadas, se ha convertido en un formidable grupo paramilitar, con un arsenal comparable al de un ejército mediano. Su doble rol como entidad política en Líbano y fuerza militar lo convierte en un actor clave en conflictos regionales, incluida la guerra civil siria y la guerra del Líbano de 2006.
Dinámica actual del conflicto
Desde octubre de 2023, Hezbollah ha estado involucrado en hostilidades directas con Israel, lo que marca una escalada significativa en la guerra encubierta entre Irán e Israel. El asesinato del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en 2025, intensificó aún más las tensiones, lo que llevó a una invasión israelí de Líbano. A pesar de un alto el fuego, la región sigue siendo inestable, con combates por poderes que continúan desestabilizando la frontera.
Implicaciones estratégicas
La participación de Hezbollah subraya la dependencia de Irán de redes de proxies para contrarrestar la influencia israelí y occidental. Sin embargo, el debilitamiento del grupo tras la muerte de Nasrallah ha expuesto vulnerabilidades en la estrategia de Irán. Los analistas advierten que el conflicto podría escalar a una guerra regional más amplia, con implicaciones para la seguridad global y los mercados energéticos.