El encuentro de Trump y Netanyahu en Florida no resolvió el estancamiento de Gaza, con el desarme de Hamás como principal obstáculo. Se anunció un gran contrato de F-15 por $8.600 millones, mostrando el continuo apoyo militar estadounidense.
La cumbre en Florida no resuelve el estancamiento del alto el fuego en Gaza
La tan esperada reunión entre el presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en Mar-a-Lago, Florida, el 29 de diciembre de 2025, produjo más retórica diplomática que avances concretos para el estancado plan de paz de Gaza. Aunque ambos líderes calificaron sus conversaciones como 'productivas', siguen existiendo obstáculos considerables para implementar la segunda fase del alto el fuego vigente desde octubre.
Puntos críticos: Desarme de Hamás y desacuerdos sobre Cisjordania
En el núcleo del estancamiento está la negativa de Hamás a desarmarse, lo que Trump identificó como la principal barrera para el progreso. 'Hamás debe dejar sus armas muy pronto, o les costará caro,' advirtió el presidente en una conferencia de prensa tras el encuentro. Añadió que 59 países que apoyan el acuerdo de paz están dispuestos a 'borrar' al grupo militante si no cumple, aunque no especificó qué países.
Netanyahu hizo eco de estas preocupaciones y afirmó que Israel no puede proceder con una mayor retirada de tropas de Gaza hasta que Hamás esté completamente desarmado. El líder israelí enfrenta presión interna de socios de coalición de derecha que se oponen a concesiones que podrían fortalecer las reivindicaciones de soberanía palestina.
Trump también reveló un desacuerdo sobre la ocupada Cisjordania, aunque dio pocos detalles. 'No estamos completamente de acuerdo sobre Cisjordania,' reconoció, lo que subraya las tensiones continuas entre las posiciones estadounidense e israelí sobre la expansión de asentamientos y el autogobierno palestino en el área.
Gran contrato de armas anunciado durante el punto muerto diplomático
Mientras el progreso diplomático seguía siendo esquivo, el Pentágono anunció inmediatamente después de la reunión un importante compromiso militar con Israel. Boeing obtuvo un contrato de $8.600 millones para suministrar 25 nuevos aviones de combate F-15IA a la Fuerza Aérea israelí, con una opción para 25 aviones más. El F-15IA representa la variante israelí de la avanzada plataforma F-15EX Eagle II de Boeing, con sistemas de radar mejorados, control digital fly-by-wire y capacidades de comunicación mejoradas con la flota existente de F-35 de Israel.
El momento de este anuncio subraya la continua asociación de defensa entre Estados Unidos e Israel, incluso mientras persisten los desacuerdos políticos. Según analistas de la industria, este contrato sigue a un pedido anterior de $5.200 millones de noviembre de 2024, lo que eleva la flota total de F-15IA de Israel a 50 aviones en combinación con las variantes F-15 existentes.
Advertencia sobre Irán y política interna juegan un papel clave
Además de Gaza, los líderes discutieron las amenazas a la seguridad regional, particularmente desde Irán. Trump emitió una severa advertencia a Teherán, afirmando que Estados Unidos apoyaría la acción militar israelí si Irán intenta reanudar sus programas nucleares o de misiles balísticos. 'Si lo hacen, tendremos que derribarlos,' declaró, refiriéndose a ataques estadounidenses anteriores a instalaciones iraníes en junio de 2025.
La política interna israelí también jugó un papel prominente en las conversaciones. Netanyahu enfrenta cargos de corrupción en curso en Israel, y Trump reiteró su llamado al presidente israelí Isaac Herzog para que otorgue un indulto al primer ministro. Esta sugerencia controvertida refleja la dimensión personal de la relación Trump-Netanyahu, que ha resistido numerosas tormentas políticas desde el primer mandato de Trump.
¿Qué sigue para el plan de paz de Gaza?
El extenso plan de paz de 20 puntos, que recibió el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU en noviembre de 2025, prevé un proceso multifásico que conduce al autogobierno palestino en Gaza. La fase dos requiere el desarme de Hamás, la retirada completa de Israel del área y el establecimiento de una fuerza de estabilización internacional.
Sin embargo, como señalan analistas de Medio Oriente, ninguna de las partes parece dispuesta a hacer las concesiones necesarias. Funcionarios de Hamás han mostrado disposición a discutir la congelación de armas durante la tregua, pero rechazan las tropas internacionales que supervisen el desarme. Mientras tanto, Netanyahu enfrenta presión de su flanco derecho para continuar indefinidamente el control de seguridad sobre Gaza.
La reunión terminó con el anuncio de Netanyahu de que Trump recibirá el prestigioso Premio Israel de la Paz, lo que marca la primera vez que este máximo honor civil se otorga a un no israelí. Aunque este gesto simbólico enfatiza la relación personal entre los líderes, hace poco para abordar los desafíos sustanciales que bloquean la paz en Gaza.
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