La UE busca evitar el veto húngaro a la extensión de sanciones a Rusia modificando las reglas de votación. También se prepara un nuevo paquete de sanciones contra empresas que ayudan a Rusia.

La Unión Europea se prepara para un nuevo enfrentamiento con Hungría, esta vez sobre la extensión de las sanciones a Rusia que expiran a finales de julio. Ante la amenaza de que Viktor Orbán utilice nuevamente su veto, la Comisión Europea está considerando un truco legal para sortear al primer ministro húngaro. 'Quieren que para la extensión solo se necesite una mayoría de los estados miembros y no la unanimidad', explica el corresponsal europeo Stefan de Vries.
Las sanciones incluyen la congelación de 200 mil millones de euros en activos rusos, la prohibición de importar productos rusos y techos de precios en la energía. Al mismo tiempo, se está trabajando en un decimoséptimo paquete de sanciones dirigido a empresas en China, entre otros países. 'Todavía hay muchas empresas que ayudan a Rusia a eludir las sanciones', señala De Vries. Se espera que este paquete sea aprobado esta semana.
Hungría también está bloqueando el inicio de las conversaciones de adhesión a la UE con Ucrania. Orbán incluso está considerando un referéndum en Hungría, lo que podría retrasar o impedir la entrada de Ucrania.