
Ex primer ministro británico retoma rol diplomático en negociaciones de Gaza
Tony Blair, el ex primer ministro británico que involucró al Reino Unido en la controvertida invasión de Irak, ha regresado inesperadamente a la diplomacia internacional con una nueva iniciativa para el futuro de Gaza. El líder laborista de 72 años apareció sorpresivamente la semana pasada en la Casa Blanca para discutir planes para el territorio palestino de posguerra.
Regreso controvertido
La participación de Blair ha causado escepticismo en círculos políticos, donde muchos cuestionan el momento y la naturaleza de su regreso. El ex primer ministro, que se desempeñó como enviado del Cuarteto para Oriente Medio entre 2007 y 2015, según informes está trabajando en propuestas de gobierno para Gaza junto con funcionarios de la administración Trump, incluidos Jared Kushner y Steve Witkoff.
Según informes de medios estadounidenses, la administración Trump está considerando un plan de 70.000 a 100.000 millones de dólares que incluiría incentivos financieros para que los palestinos abandonen Gaza voluntariamente. Sin embargo, un portavoz del Tony Blair Institute enfatizó que Blair nunca ha apoyado planes que requieran el reasentamiento de gazatíes.
Bagaje histórico y experiencia
La participación de Blair es particularmente delicada dada su controvertido legado de la guerra de Irak, que cobró cientos de miles de víctimas iraquíes y creó un vacío de poder que permitió el surgimiento del Estado Islámico. A pesar de esto, Blair aporta una experiencia significativa en Oriente Medio de sus ocho años como enviado del Cuartetoy su trabajo continuo a través del Tony Blair Institute, que emplea a cientos de personal que asesora a gobiernos en todo el mundo.
La misión del Instituto—"Ayudamos a los gobiernos y líderes a hacer las cosas"—refleja el enfoque pragmático de Blair para la resolución de conflictos. Su organización ha estado activamente involucrada durante años en el desarrollo de políticas para Oriente Medio, trabajando tanto con líderes israelíes como palestinos.
Complicaciones políticas
El regreso de Blair crea complicaciones potenciales para el actual primer ministro laborista Keir Starmer, quien se espera que reconozca la estadidad palestina durante la próxima Asamblea General de la ONU. Este movimiento alinearía al Reino Unido con aliados europeos como Francia y Suecia, pero probablemente enfurecería al gobierno israelí y chocaría con la política de la administración Trump.
La situación representa un delicado acto de equilibrio para la política exterior británica, donde las iniciativas diplomáticas privadas de Blair podrían chocar con la posición oficial del gobierno sobre la paz en Oriente Medio.