La OTAN está dividida sobre cómo responder a las violaciones del espacio aéreo por parte de Rusia en Polonia y Estonia, con preocupaciones sobre la unidad y el compromiso estadounidense bajo Trump.

La OTAN dividida sobre violaciones del espacio aéreo ruso
Los aliados de la OTAN se reunirán el martes para una reunión de emergencia, la segunda en menos de dos semanas. La razón es la violación del espacio aéreo de Estonia por aviones militares rusos el viernes pasado. Esto sigue a la solicitud de Polonia de una sesión de emergencia unos días antes, cuando diecinueve drones rusos penetraron en el espacio aéreo polaco.
Crecientes tensiones en el flanco oriental de la OTAN
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y los líderes militares estadounidenses elogian la rápida respuesta y determinación de la alianza. La Operación 'Guardia Oriental' se estableció rápidamente para disuadir una mayor agresión rusa. Sin embargo, tras bambalinas, existen importantes divisiones en la unidad política de la OTAN.
"Hay desacuerdos sobre cómo debemos responder", dicen múltiples fuentes dentro de la OTAN de forma anónima debido a la sensibilidad de las discusiones.
Diferentes percepciones de amenaza entre aliados
Los estados bálticos y Polonia, que limitan con Rusia, experimentan la amenaza a diario, mientras que países como España y Greencia consideran la situación como distante. Los líderes prorrusos en Hungría y Eslovaquia complican aún más la situación.
"Esto es exactamente lo que Putin busca", dijo un insider. "Si puede dividir políticamente a la alianza, habrá logrado su objetivo".
Debate sobre medidas de respuesta
La alianza sigue dividida sobre si Rusia envió deliberadamente drones al espacio aéreo de la OTAN o si se trató de incidentes no intencionados. Polonia propone derribar drones rusos sobre Ucrania antes de que alcancen territorio de la OTAN, una propuesta que la mayoría de los aliados considera demasiado escaladora.
Es notable que el consejo de embajadores de la OTAN no haya emitido una declaración escrita con una fuerte condena, lo que indica desacuerdos entre los estados miembros.
Presidencia de Trump añade complejidad
Con Donald Trump en la Casa Blanca, los aliados europeos ya no pueden contar automáticamente con el apoyo estadounidense. El secretario general Rutte debe trabajar duro para mantener el compromiso estadounidense con la alianza.
Aunque Trump ha expresado públicamente su apoyo a la OTAN y Ucrania continúa recibiendo inteligencia y armas estadounidenses, existen preocupaciones sobre la estabilidad a largo plazo de la cooperación transatlántica.
Según el tratado de la OTAN, el artículo 5 requiere que los miembros se ayuden mutuamente en caso de ataque. Los involucrados temen que el presidente Putin se sienta alentado a probar límites mientras se mantiene por debajo del umbral que activaría la defensa colectiva.