
Transparencia fiscal global y su impacto en los paraísos fiscales
La demanda de transparencia fiscal global ha ganado fuerza en los últimos años, con países compartiendo cada vez más información fiscal para combatir la evasión y garantizar una tributación justa. Iniciativas como el Common Reporting Standard (CRS) y la Foreign Account Tax Compliance Act (FATCA) han reducido significativamente el secreto financiero tradicionalmente asociado con los centros financieros offshore.
¿El fin del secreto financiero?
Históricamente, paraísos fiscales como Suiza, las Islas Caimán y Luxemburgo florecieron ofreciendo secreto financiero y bajas tasas impositivas. Sin embargo, la adopción del CRS por más de 100 jurisdicciones ha obligado a estos paraísos a compartir información de cuentas con autoridades fiscales globales. Este cambio busca frenar la evasión ilegal, pero persisten desafíos, especialmente para multinacionales que usan estructuras complejas para trasladar ganancias.
Multimillonarios y empresas bajo escrutinio
Individuos adinerados y empresas enfrentan creciente presión. Aunque el CRS ha dificultado ocultar activos, aún hay lagunas legales. Paraísos fiscales corporativos como Irlanda y Países Bajos, a pesar de cumplir con normas de la OCDE, permiten el traslado de ganancias mediante mecanismos como el esquema "Double Irish".
El futuro de los paraísos fiscales
Aunque los paraísos tradicionales pueden perder atractivo para evasores individuales, siguen atrayendo empresas que buscan minimizar su carga fiscal. El proyecto Base Erosion and Profit Shifting (BEPS) de la OCDE busca cerrar estas brechas, pero la aplicación es desigual. Expertos estiman que se pierden entre $100-250 mil millones anuales en ingresos fiscales debido a la evasión offshore.
Para países en desarrollo, las consecuencias son aún mayores. La pérdida de ingresos fiscales obstaculiza el desarrollo de infraestructura y servicios públicos. A medida que avanza la transparencia fiscal global, la presión sobre los paraísos fiscales probablemente aumentará, pero la batalla está lejos de terminar.