
El sureste de Australia ha sido gravemente afectado por inundaciones tras fuertes lluvias, lo que ha provocado que los ríos se desborden. Según los medios australianos, al menos 50.000 personas han quedado atrapadas.
Cientos de personas en Nueva Gales del Sur tuvieron que ser rescatadas, con equipos de emergencia interviniendo para ayudar a quienes quedaron atrapados en los techos. Miles se encuentran sin electricidad y muchas carreteras son intransitables debido al agua.
El instituto meteorológico australiano ha emitido una alerta roja para partes de Nueva Gales del Sur, con pronósticos de hasta 300 mm de lluvia en las próximas 24 horas, tres veces el promedio para mayo.