
Inundaciones mortales azotan Texas
Más de 161 personas siguen desaparecidas en Texas después de las devastadoras inundaciones durante el fin de semana del 4 de julio. El número de muertos asciende a 110 según el gobernador Greg Abbott, mientras los equipos de rescate buscan sobrevivientes día y noche.
Tragedia en vacaciones
La inundación golpeó el río Guadalupe antes del amanecer del sábado, sorprendiendo a campistas durante las celebraciones del Día de la Independencia. Los campamentos estaban llenos cuando el agua subió hasta 8 metros en 45 minutos. Los equipos de rescate han salvado al menos a 850 personas, algunas atrapadas en árboles.
Desastre en campamento de verano
Camp Mystic, un campamento cristiano para niñas con 750 participantes, fue gravemente afectado. La organización confirmó 27 muertes entre campistas y monitores. Los campos de escombros a lo largo del río, con colchones, neveras y juguetes, muestran la rapidez del desastre.
Cuestionamiento al sistema de alerta
A pesar de la reputación de la región como 'Flash Flood Alley' y las advertencias del Servicio Meteorológico Nacional, no se ordenaron evacuaciones. El gobernador Abbott prometió: 'No pararemos hasta encontrar a todos'. El presidente Trump, que visitará el viernes, calificó el desastre de impredecible.
Vulnerabilidad geográfica
El paisaje montañoso y el suelo impermeable en el centro de Texas crean condiciones ideales para inundaciones. El condado de Kerr, donde ocurrieron la mayoría de las muertes, no tiene sistema de alerta a pesar de los riesgos conocidos. La intensidad de la lluvia ha aumentado un 19% desde 1970 debido al cambio climático.