
Tifón mortal azota el norte de Vietnam
El tifón Kajiki ha dejado un rastro de destrucción en Vietnam, donde según los medios estatales al menos tres personas han muerto y diez han resultado heridas. La poderosa tormenta tocó tierra en las regiones del norte y centro, causando inundaciones generalizadas y daños significativos en la infraestructura.
Daños extensos y cortes de energía
Las autoridades informan que el tifón dañó casi 7.000 viviendas y derribó aproximadamente 18.000 árboles en las provincias afectadas. Los vientos huracanados derribaron cientos de postes eléctricos, provocando cortes de energía generalizados en todo el norte y centro de Vietnam. Los equipos de rescate trabajan para restaurar el suministro eléctrico.
Graves inundaciones en Hanói
La capital Hanói enfrentó graves inundaciones cuando las lluvias torrenciales saturaron los sistemas de drenaje. Las principales calles quedaron bajo el agua, interrumpiendo el transporte y la vida diaria. Los residentes tuvieron que vadear aguas de altura media, mientras que las empresas locales sufrieron pérdidas significativas.
Amenazas meteorológicas continuas
El Centro Nacional de Pronósticos Hidrometeorológicos advierte sobre lluvias intensas adicionales, lo que genera preocupación por posibles inundaciones y deslizamientos de tierra. El tifón, ya debilitado, se mueve sobre Laos donde se esperan condiciones climáticas similares. Los meteorólogos están particularmente preocupados por el aumento de los niveles de los ríos, ya que muchos ríos vietnamitas tienen su origen en el vecino Laos.
Contexto climático regional
El clima monzónico de Vietnam lo hace particularmente vulnerable a tormentas tropicales y tifones, especialmente durante la temporada de lluvias de mayo a octubre. La diversa topografía y la larga costa contribuyen a efectos climáticos variables en diferentes regiones. El cambio climático ha aumentado la frecuencia e intensidad de condiciones climáticas extremas en el sudeste asiático.
Asistencia de emergencia y preparación
Las autoridades vietnamitas ya habían evacuado a más de 500.000 residentes antes de la llegada del tifón. Los equipos de rescate ahora realizan evaluaciones de daños y brindan asistencia a las comunidades afectadas. El gobierno ha activado protocolos de manejo de desastres y coordina esfuerzos de socorro con organizaciones internacionales de ayuda.