
El panorama financiero global está experimentando un cambio sísmico mientras los países compiten por desarrollar sus propias Monedas Digitales de Banco Central (CBDC). Estas monedas digitales emitidas por el Estado prometen revolucionar la política monetaria, aumentar la inclusión financiera y agilizar las transacciones transfronterizas. Pero, ¿quién lidera la carrera y cuáles son las implicaciones para la economía mundial?
El auge de las CBDC
Las CBDC son formas digitales de una moneda fiduciaria nacional, emitidas y reguladas por los bancos centrales. A diferencia de las criptomonedas como Bitcoin, las CBDC están centralizadas y respaldadas por la plena confianza del gobierno emisor. Existen en dos formas principales: CBDC minoristas, destinadas a transacciones diarias por el público, y CBDC mayoristas, dirigidas a instituciones financieras para liquidaciones a gran escala.
Para 2025, más de 120 países están explorando las CBDC, con varios que ya han lanzado programas piloto o sistemas completamente operativos. El yuan digital de China (e-CNY) es el más avanzado, probado en grandes ciudades e integrado en la infraestructura de pagos del país. El Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra también están avanzando significativamente, con planes para introducir sus monedas digitales para 2026.
La posición de Estados Unidos
En un movimiento sorprendente, Estados Unidos ha adoptado un enfoque cauteloso. El 23 de enero de 2025, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva que prohíbe la creación o emisión de una CBDC en los EE. UU., citando preocupaciones sobre privacidad, estabilidad financiera y soberanía. Esta decisión ha desatado un debate, donde los defensores argumentan que protege la libertad económica, mientras que los críticos advierten que podría dejar a EE. UU. rezagado en la carrera de las monedas digitales.
Implicaciones globales
La adopción de CBDC podría reformar el sistema financiero mundial. Para las economías emergentes, ofrecen una herramienta para combatir la inflación y reducir la dependencia del dólar estadounidense. Para los países desarrollados, prometen mayor control sobre la política monetaria y menores costos de transacción. Sin embargo, persisten desafíos, incluidas preocupaciones sobre privacidad, riesgos de ciberseguridad y el posible desplazamiento de sistemas de pago privados.
Mientras se intensifica la carrera por la dominación de las CBDC, el mundo observa qué países surgirán como líderes en esta nueva era de finanzas digitales.