Las criptomonedas se han convertido en el canal principal para remesas en países en desarrollo, impulsado por menores costos, transacciones más rápidas y mejor accesibilidad a través de tecnología móvil.

Las remesas con criptomonedas revolucionan el panorama financiero en países en desarrollo
En un cambio notable que está reformando los flujos de dinero globales, las criptomonedas se han convertido en 2025 en el canal principal para las remesas en países en desarrollo. Lo que comenzó como una alternativa experimental a los servicios tradicionales de transferencia de dinero ahora se ha vuelto mainstream, con millones de trabajadores de la diáspora optando por monedas digitales para enviar dinero a sus hogares.
Los impulsores del auge de las remesas con cripto
La explosión de las remesas con criptomonedas surge de varias ventajas clave sobre los métodos tradicionales. Los servicios tradicionales de transferencia de dinero como Western Union y MoneyGram típicamente cobran entre 8-12% en comisiones, lo que reduce significativamente las cantidades que reciben las familias. Por el contrario, las transacciones con criptomonedas suelen costar menos del 1-2% en tarifas de red.
Patrones de adopción regional
La tendencia es más pronunciada en regiones con grandes poblaciones de diáspora e infraestructura bancaria limitada. Países en África, América Latina y el Sudeste Asiático lideran la curva de adopción. Naciones como Nigeria, Kenia, Filipinas y El Salvador han experimentado aumentos particularmente dramáticos en los volúmenes de remesas con cripto.
Infraestructura tecnológica y accesibilidad
La proliferación de smartphones y la mejora de la conectividad a Internet en regiones en desarrollo ha sido crucial para esta transformación. Las billeteras móviles de criptomonedas se han vuelto cada vez más fáciles de usar, permitiendo que los receptores sin cuentas bancarias tradicionales reciban y administren dinero directamente en sus teléfonos.
Impacto económico y perspectivas futuras
El cambio hacia las remesas con cripto representa un desarrollo económico significativo para los países receptores. El Banco Mundial estima que las remesas globales alcanzaron recientemente aproximadamente $715 mil millones, con países en desarrollo recibiendo alrededor de $549 mil millones de ese total. Los costos de transacción más bajos significan que más dinero permanece dentro de las economías locales en lugar de ser capturado por intermediarios financieros.
A pesar de estos avances, persisten desafíos. La volatilidad de precios de las criptomonedas sigue siendo una preocupación, aunque la creciente adopción de stablecoins vinculadas a monedas fiduciarias como el dólar estadounidense ha ayudado a mitigar este riesgo para muchos usuarios. La incertidumbre regulatoria en algunas jurisdicciones también presenta obstáculos para una adopción más amplia.
A pesar de estos desafíos, la tendencia parece irreversible. A medida que mejora la alfabetización digital y la infraestructura de criptomonedas se vuelve más robusta, los expertos predicen que las remesas con cripto continuarán ganando participación de mercado frente a los operadores tradicionales de transferencia de dinero. Este cambio tecnológico no solo está transformando cómo el dinero se mueve a través de las fronteras—está cambiando fundamentalmente los panoramas de inclusión financiera en algunas de las regiones económicamente más vulnerables del mundo.