
Crisis carcelaria en el Caribe Neerlandés
El sistema penal en Bonaire está paralizado debido a la grave sobrepoblación en la prisión, lo que ha llevado a la liberación de sospechosos, retrasos de años en sentencias y la expulsión de condenados extranjeros sin supervisión. El secretario de Estado de Protección Legal, Struycken, describió la situación como "muy preocupante" en una carta al parlamento.
Causas
La crisis se debe principalmente a la afluencia de detenidos extranjeros, especialmente venezolanos arrestados en el mar por transporte de drogas. Este grupo ocupa más del 25% de la capacidad de la Institución Judicial del Caribe Neerlandés (JICN). Las pandillas rivales representan un riesgo adicional para la seguridad.
Problemas sistémicos
El Consejo de Aplicación de la Ley advierte que la escasez crónica de personal paraliza los programas de reintegración y pone en peligro la seguridad de los detenidos y el personal. El sistema de detención de extranjeros casi no funciona.
Impacto regional
San Martín enfrenta problemas más graves: más de 200 condenados esperan ser admitidos en una prisión con capacidad para 80 personas. Los tribunales han impuesto más de 300 años de prisión que aún no se han cumplido, mientras los contribuyentes pagan 1 millón de euros anuales por la detención de criminales peligrosos en los Países Bajos.
Soluciones propuestas
Los planes incluyen la expansión de la prisión de Bonaire para fin de año, deportaciones aceleradas y vigilancia electrónica. Sin embargo, Struycken reconoce que esto solo aliviará parcialmente los crecientes problemas de detención en el Caribe Neerlandés.