Brian Cole confiesa haber colocado bombas de tubo en las sedes nacionales de los partidos Demócrata y Republicano en Washington D.C. el 5 de enero de 2021, debido a su frustración con ambos partidos. Los explosivos, descubiertos antes del asalto al Capitolio, no detonaron.
Avance en la investigación de bombas de tubo de 2021
En un desarrollo importante en uno de los casos sin resolver más enigmáticos relacionados con el asalto al Capitolio del 6 de enero, Brian Cole, de 30 años, ha confesado haber colocado bombas de tubo tanto en la sede del Partido Demócrata como en la del Partido Republicano en Washington D.C. el 5 de enero de 2021. La confesión llega casi cinco años después del descubrimiento de los explosivos y supone un gran avance para los investigadores federales que han estado buscando al responsable desde la víspera del asalto al Capitolio.
'Algo se rompió dentro de mí'
Según documentos judiciales consultados por varios medios de comunicación, Cole declaró durante un interrogatorio de 90 minutos con investigadores del FBI que 'algo se rompió' dentro de él tras seguir los acontecimientos políticos posteriores a las elecciones presidenciales de 2020. Expresó frustración con ambos partidos políticos principales, afirmando 'en realidad no me gusta ninguno de los dos partidos' y explicó que eligió ambas sedes como objetivos porque 'ellos estaban a cargo' de lo que él consideraba un sistema político roto.
Las bombas de tubo, descubiertas el 6 de enero de 2021 fuera de ambas sedes partidistas, contenían pólvora y fragmentos de metal pero no detonaron. Funcionarios de las fuerzas del orden han declarado que, de haber explotado, podrían haber causado daños significativos y posiblemente víctimas. 'Estos eran explosivos funcionales que representaban una seria amenaza para la seguridad pública,' dijo un portavoz del Departamento de Justicia en documentos judiciales.
Cronología e investigación
La colocación de las bombas en la víspera del Asalto al Capitolio había planteado preguntas sobre si estaban destinadas a distraer a las fuerzas del orden o eran parte de una acción coordinada. Cole niega cualquier conexión con los disturbios del 6 de enero y afirma que eligió deliberadamente colocarlas de noche para evitar víctimas. Dijo a los investigadores que utilizó temporizadores de cocina configurados a 60 minutos como detonadores, pero los dispositivos no explotaron.
La investigación del FBI duró casi cinco años, con agentes revisando imágenes de cámaras de seguridad, registros de compras y avistamientos de vehículos. Según USA Today, Cole aprendió técnicas para fabricar bombas de videojuegos y videos de YouTube y compró los materiales en ferreterías. Su automóvil fue avistado en ambas ubicaciones la noche de la colocación.
Contexto político y consecuencias
La confesión llega en medio de investigaciones y procesos judiciales en curso relacionados con el ataque del 6 de enero. El expresidente Donald Trump había afirmado repetidamente, sin pruebas, que las elecciones de 2020 habían sido robadas, una retórica que, según los investigadores, contribuyó al clima que condujo tanto a la colocación de las bombas de tubo como al asalto al Capitolio. The New York Times informó que esta confesión proporciona información crucial sobre las amenazas a la seguridad en torno al ataque al Capitolio.
Cole fue arrestado en diciembre de 2025 después de que el FBI revisara nuevamente evidencia recopilada anteriormente. Los fiscales han solicitado que sea detenido sin derecho a fianza, argumentando que representa 'un peligro inaceptable' para la comunidad. Está programada una audiencia para determinar si se extiende su detención preventiva.
En su confesión, Cole expresó alivio de que las bombas no detonaran, diciendo a los investigadores 'Estoy bastante aliviado de que no explotaran.' Se enfrenta a múltiples cargos federales por colocar dispositivos explosivos improvisados en ambas sedes partidistas, con posibles penas que podrían ascender a décadas de prisión si es condenado.
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