Cuatro miembros de la banda peruana de cumbia Agua Marina fueron baleados durante un concierto en Lima. El vocalista principal resultó gravemente herido. El ataque está vinculado a la extorsión por parte de pandillas criminales que amenazan sistemáticamente a músicos peruanos.

Ataque violento contra popular banda de cumbia
Cuatro miembros de la legendaria banda peruana de cumbia Agua Marina fueron baleados el miércoles por la noche durante una presentación en vivo en Lima, en lo que las autoridades consideran el último ataque de pandillas criminales que extorsionan a músicos. El tiroteo ocurrió alrededor de las 22:00 horas en una ubicación al aire libre en el distrito de Chorrillos, donde la banda se presentaba ante aproximadamente 2000 fanáticos.
Según testimonios de testigos y grabaciones de seguridad, dos hombres armados en una motocicleta se acercaron al escenario por detrás y dispararon 20-30 tiros a través de la delgada cortina de fondo. 'Escuchamos los disparos y vimos a los músicos corriendo por sus vidas,' dijo la asistente al concierto María Fernández, quien estaba presente con su familia. 'La gente gritaba y se tiraba al suelo. Era un caos total.'
Víctimas y consecuencias
El ataque dejó a cuatro miembros de la banda heridos, incluido el vocalista principal Wilson Ruiz que sufrió heridas críticas con múltiples heridas de bala. El baterista César Augusto More Nizama y los hermanos fundadores Luis y Manuel Quiroga Querevalú también resultaron heridos, junto con un vendedor de bebidas que trabajaba en el evento. El comandante de policía Felipe Monroy confirmó que las autoridades encontraron 23 impactos de bala en la pantalla del escenario y al menos 25 casquillos utilizados en la escena del crimen.
'La condición del vocalista principal Wilson Ruiz sigue siendo crítica, pero las otras víctimas están estables,' informó el Dr. Carlos Mendoza del hospital local que trata a los heridos. 'Estamos haciendo todo lo posible para garantizar su recuperación.'
Crisis de extorsión en la industria musical peruana
El ataque parece ser parte de un patrón más amplio de extorsión criminal dirigido a músicos peruanos. Según el Sindicato de Artistas Peruanos, casi todos los profesionales de la industria musical actualmente enfrentan amenazas de extorsión de grupos de crimen organizado. 'Este no es un incidente aislado,' declaró el representante sindical Javier Torres. 'Las organizaciones criminales han atacado sistemáticamente a bandas de cumbia y otros artistas, exigiendo dinero de protección a cambio de permiso para actuar sin incidentes.'
La situación ha escalado dramáticamente en los últimos meses. En marzo de 2025, el popular cantante Paul Flores fue asesinado después de un concierto en un ataque similar, lo que llevó al gobierno peruano a declarar el estado de emergencia en Lima. Según Al Jazeera, Perú registró solo en enero de 2025 1909 casos de extorsión, lo que subraya la magnitud de la epidemia criminal.
La conexión de 'El Monstruo'
Investigaciones recientes han vinculado las amenazas de extorsión contra Agua Marina con Erick Moreno Hernández, alias 'El Monstruo', quien se ha convertido en el criminal más buscado de Perú. Como informó InSight Crime, El Monstruo lidera la red criminal 'Los Injertos del Cono Norte' y hay una recompensa de $277,000 por su captura.
El manager de la banda había revelado previamente que Agua Marina había estado recibiendo solicitudes de extorsión desde el año pasado. En una grabación de audio obtenida por las autoridades, una voz identificada como El Monstruo amenazó al grupo y exigió dinero para garantizar que pudieran actuar 'sin inconvenientes'.
Fallos de seguridad y respuesta gubernamental
Las autoridades señalaron rápidamente que el concierto no contaba con los permisos de seguridad adecuados, lo que habría requerido medidas de seguridad mejoradas. 'Si el evento hubiera tenido la autorización adecuada, se habrían aplicado protocolos de seguridad,' declaró la portavoz de la policía Ana Castillo en Lima. Sin embargo, el organizador del evento sostiene que sí obtuvieron el permiso municipal para la presentación.
El Ministerio del Interior peruano condenó el ataque como un 'acto de violencia' y lanzó una operación a gran escala para arrestar a los responsables. El incidente ha reavivado el debate sobre la seguridad pública y la capacidad del gobierno para proteger a los ciudadanos del crimen organizado.
Mientras Perú lidia con esta última tragedia, la comunidad musical permanece en alerta. 'Vivimos con miedo,' confesó otro músico de cumbia que pidió permanecer en el anonimato. 'Los criminales han dejado claro que nadie está seguro a menos que paguen.' El ataque a Agua Marina representa no solo un ataque a artistas individuales, sino también un desafío directo a la expresión cultural de Perú y el derecho fundamental de hacer música sin miedo a la violencia.