Excavación en Pompeya revela el secreto del hormigón romano autorreparable

Arqueólogos encontraron en Pompeya un sitio de construcción que muestra la técnica de 'mezcla en caliente' del hormigón romano, con propiedades autorreparadoras que explican por qué las estructuras duran más de 2000 años.

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Obra de construcción del año 79 d.C. revela técnica romana

Arqueólogos han realizado un descubrimiento revolucionario en la antigua Pompeya romana que finalmente explica el secreto detrás del hormigón romano excepcionalmente duradero. Un sitio de construcción conservado por la catastrófica erupción del Vesubio en el año 79 d.C. ha proporcionado evidencia definitiva de la técnica de 'mezcla en caliente' que otorgó al hormigón romano sus legendarias propiedades autorreparadoras.

Los hallazgos, publicados en la prestigiosa revista Nature Communications, provienen de un equipo dirigido por el profesor del MIT Admir Masic, quien describió el momento del descubrimiento como 'como si viajara atrás en el tiempo y estuviera junto a los trabajadores que mezclaban y aplicaban el hormigón'.

La cápsula del tiempo de Pompeya

La excavación en el distrito Regio IX de Pompeya reveló un sitio de construcción intacto que yacía enterrado bajo 4 a 6 metros de ceniza volcánica y piedra pómez durante la repentina erupción. Lo que hace extraordinario este descubrimiento es que no solo se conservaron las estructuras terminadas, sino también los materiales y herramientas reales utilizados en el proceso de construcción.

'Mientras lo observaba, sentí como si viajara atrás en el tiempo y estuviera junto a los trabajadores que mezclaban y aplicaban el hormigón', relató Masic a la revista científica. El sitio contenía pilas de ingredientes secos premezclados para mortero – ceniza volcánica y gránulos de cal viva – listos para ser hidratados, junto con varias herramientas de construcción.

Un misterio histórico resuelto

Durante siglos, ingenieros e historiadores se han maravillado de la longevidad de estructuras romanas como el Panteón, el Coliseo y numerosos acueductos que han permanecido en pie durante más de 2.000 años. El hormigón moderno, por el contrario, a menudo se deteriora en décadas. El secreto se había perdido en la historia – hasta ahora.

El descubrimiento confirma una teoría propuesta por primera vez por Masic y sus colegas en 2023, publicada en Science Advances. Los romanos utilizaban una técnica de 'mezcla en caliente' en la que mezclaban cal viva (óxido de calcio) con ceniza volcánica y otros ingredientes secos antes de añadir agua. Esto creaba una reacción exotérmica que formaba grumos porosos de cal en el hormigón.

Estos grumos de cal son la clave de las propiedades autorreparadoras. Cuando se forman grietas en el hormigón, el agua se filtra y reacciona con los grumos de cal, generando calcio reactivo que forma nuevos cristales de carbonato de calcio y sella efectivamente las grietas. Este proceso puede repetirse indefinidamente, otorgando al hormigón romano su notable durabilidad.

En contradicción con Vitruvio

El descubrimiento resuelve una antigua contradicción histórica. El famoso arquitecto e ingeniero romano Vitruvio, que escribió en el siglo I a.C., describió un método diferente de producción de hormigón que implicaba primero crear una pasta de cal. Los hallazgos de Pompeya sugieren que los métodos de construcción evolucionaron significativamente en el siglo posterior a la muerte de Vitruvio.

'Compárelo con los primeros teléfonos', explicó Masic. 'En los años 20 y 30 del siglo pasado, usabas un disco de marcación y llamabas a través de líneas de cobre. Ahora llamamos con teléfonos inteligentes a través de redes inalámbricas'. La evolución de la tecnología del hormigón romano parece haber seguido un camino similar de innovación y mejora.

Implicaciones modernas

La investigación tiene importantes implicaciones para la construcción moderna. Según el anuncio del MIT, comprender estas técnicas antiguas puede conducir al desarrollo de un hormigón moderno más sostenible y duradero. Esto es especialmente importante ya que el sector de la construcción intenta reducir su impacto ambiental – la producción de hormigón es actualmente responsable de aproximadamente el 8% de las emisiones globales de CO2.

Los investigadores enfatizan que no buscan simplemente copiar el hormigón romano, sino más bien traducir sus principios a las prácticas contemporáneas. Las propiedades autorreparadoras podrían ser especialmente valiosas para infraestructuras en zonas propensas a terremotos o en entornos marinos donde la degradación del hormigón se acelera.

Revelaciones continuas en Pompeya

Pompeya, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, continúa proporcionando conocimientos notables sobre la vida romana. La ciudad fue una vez el hogar de 10.000 a 20.000 habitantes antes de ser enterrada por la erupción del Vesubio. La conservación excepcional ofrece a los arqueólogos una visión sin igual de la vida cotidiana en la antigua Roma.

En los últimos años se han realizado numerosos descubrimientos importantes en Pompeya, incluyendo un lujoso balneario, evidencia de las condiciones laborales de los esclavos, y ahora este sitio de construcción que revela técnicas de ingeniería avanzadas. El lugar sigue siendo una de las atracciones turísticas más populares de Italia, con aproximadamente 2,5 millones de visitantes al año.

El descubrimiento del hormigón añade otra capa a nuestra comprensión del refinamiento tecnológico romano. Como señaló Masic: 'Esto no es solo historia antigua – se trata de aprender del pasado para construir un futuro mejor'. La investigación demuestra que a veces las soluciones más avanzadas pueden encontrarse mirando tanto hacia atrás como hacia adelante.

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