Crisis en debate sobre motores en la industria automotriz alemana

La industria automotriz alemana perdió 51.500 empleos en un año y Merz busca eliminar la prohibición de motores de combustión de la UE. El sector enfrenta caída de ganancias y competencia china mientras el gobierno debate medidas de rescate.

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Crisis Profunda en la Industria Automotriz Alemana

La industria automotriz alemana, antiguo orgullo de la manufactura europea, enfrenta su crisis más severa en décadas. El canciller Friedrich Merz convocó hoy una cumbre de emergencia en la Cancillería de Berlín mientras grandes fabricantes como Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz reportan ganancias en picada y pérdidas masivas de empleos. 'No presentamos una postura política prefabricada, queremos hablar con la industria automotriz para escuchar qué debemos hacer para salir de la grave crisis en Alemania,' declaró Merz antes de la reunión.

Pérdidas Masivas de Empleos Conmocionan al Sector

La magnitud de la crisis es asombrosa. Según datos recientes, la industria automotriz alemana perdió aproximadamente 51.500 empleos solo en el último año - casi el 7% de su fuerza laboral. El Instituto de Investigación Económica IW predice que otros 90.000 empleos estarán en riesgo durante los próximos cinco años. El mayor proveedor automotriz del mundo, Bosch, anunció recientemente la eliminación de 13.000 puestos en Alemania, mientras que Volkswagen planea eliminar 35.000 posiciones para 2030.

Los problemas de la industria reflejan desafíos económicos más amplios para la economía más grande de Europa. Alemania ha experimentado dos años consecutivos de recesión, con las exportaciones automotrices a Estados Unidos cayendo un 8,6% en la primera mitad de 2025. 'La debilidad económica alemana, también en la industria automotriz, no es causada por demasiada protección climática,' respondió el ministro de Medio Ambiente Carsten Schneider del SPD.

Prohibición de Motores de Combustión de la UE Bajo Fuego

En el corazón de la crisis se encuentra la prohibición planificada de la Unión Europea sobre nuevos vehículos con motor de combustión para 2035. Alemania, que aceptó a regañadientes la medida hace algunos años, ahora lidera los esfuerzos para revertir la decisión. En un movimiento sorprendente, la ministra de Economía alemana Katherina Reiche y el ministro de Industria italiano enviaron una carta conjunta a la Comisión Europea pidiendo un cambio inmediato de rumbo para la industria automotriz.

La carta generó tensiones dentro del gobierno de coalición alemán, con los socialdemócratas indignados por no haber sido consultados. 'La movilidad eléctrica es el futuro, y ahí es donde también se enfoca la industria,' enfatizó Schneider. 'Para realizar esa transición se necesita seguridad de planificación y condiciones legales confiables.'

Medidas Domésticas y Competencia Internacional

Mientras Merz se enfoca en cambiar la política europea, su gobierno ha introducido medidas domésticas para estimular la adopción de vehículos eléctricos. Se extendió la exención del impuesto de circulación para autos eléctricos, y el gobierno planea €3 mil millones en incentivos de compra para vehículos eléctricos destinados a hogares de ingresos bajos y medios.

Sin embargo, estas medidas enfrentan vientos en contra significativos. Menos de uno de cada cinco autos nuevos vendidos este año en Alemania es eléctrico, haciendo que los propios objetivos climáticos del país parezcan cada vez más inalcanzables. Mientras tanto, los fabricantes alemanes enfrentan una intensa competencia de fabricantes chinos de VE como BYD, que están ganando participación de mercado con vehículos asequibles y bien equipados.

La Comisión Europea ya se comprometió a acelerar la evaluación de la prohibición de 2035, originalmente programada para 2026, con una propuesta esperada para diciembre. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha insinuado posibles cambios diciendo que la UE combinará la descarbonización y la neutralidad tecnológica, sugiriendo que otras tecnologías de bajas emisiones podrían permitirse después de 2035 junto con los vehículos eléctricos.

A medida que la crisis se profundiza, la industria automotriz alemana se encuentra en una encrucijada crítica - dividida entre compromisos climáticos y supervivencia económica, con cientos de miles de empleos en juego.

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