
Los científicos han desarrollado un nuevo tipo de sistema de IA que se comporta de manera sorprendentemente similar al cerebro humano. No solo realiza su trabajo mejor que los modelos existentes, sino que también posee algo especial: una forma de imaginación.
La investigación se basa en nuevos conocimientos sobre cómo nuestro cerebro procesa la información. Los investigadores se centraron en un tipo específico de célula cerebral que recibe señales en dos lugares: uno para información del mundo exterior y otro para contexto y experiencias previas. Cuando estas dos señales llegan simultáneamente, se produce un efecto extra fuerte, lo que inspiró una nueva forma de construir IA.
Con esto en mente, desarrollaron Co4: un sistema de IA que no solo procesa datos, sino que sigue simultáneamente diferentes líneas de pensamiento. A diferencia de muchos modelos actuales de IA, como ChatGPT, que se centran principalmente en la atención y el reconocimiento de patrones, Co4 trabaja activamente con preguntas, pistas y posibles explicaciones (hipótesis). Estos tres componentes 'colaboran' constantemente, permitiendo que el sistema cambie rápidamente entre impresiones rápidas y análisis más profundos, al igual que lo hacen los humanos.