El gobierno de EE. UU. vuelve a llamar a la puerta de Elon Musk. La Administración Federal de Ferrocarriles (FRA) se ha acercado a The Boring Company (TBC), la empresa de túneles del multimillonario tecnológico, para colaborar en un proyecto de miles de millones de dólares de la compañía ferroviaria Amtrak. No es la primera vez que Musk se involucra en proyectos gubernamentales a gran escala. Al contrario: los contratos y subsidios gubernamentales han sido clave en el crecimiento de sus empresas.
Funcionarios del Departamento de Transporte, que supervisa la compañía ferroviaria nacional, han mantenido conversaciones con empleados de TBC. La empresa ha sido consultada para evaluar su posible contribución en un costoso proyecto ferroviario. Dentro del llamado corredor Amtrak, se está construyendo el Túnel Frederick Douglass, que conectará Baltimore con Washington y Virginia. El desarrollo inicialmente se estimó en 6 mil millones de dólares, pero Amtrak ahora prevé que el costo podría ascender a 8.5 mil millones.
Las conversaciones han generado preocupación por los conflictos de intereses de Musk. El multimillonario dirige o posee al menos seis empresas, incluyendo Tesla y SpaceX. Al mismo tiempo, supervisa el Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge), responsable de reducir el gasto público.