Banksy dirige críticas al sistema judicial británico con obra controvertida
El famoso artista callejero Banksy ha vuelto a golpear en Londres con una obra de arte cargada políticamente en un edificio judicial, que fue inmediatamente cubierta por las autoridades. La pieza muestra a un juez atacando violentamente a un manifestante tumbado con un mazo de presidente. La obra apareció durante la noche y fue compartida esta mañana en la cuenta de Instagram de Banksy.
Encubrimiento inmediato genera controversia
Según testigos e informes de The Guardian, el personal de seguridad del palacio de justicia colocó rápidamente vallas alrededor de la obra antes de cubrirla completamente con lonas negras. Según los informes, los empleados intentaron impedir que los transeúntes tomaran fotografías de la obra provocativa.
Contexto político y conexión con Palestine Action
La obra se interpreta ampliamente como un comentario sobre la reciente designación de Palestine Action como organización terrorista por parte del gobierno británico. El grupo, que protesta contra la política británica respecto a Gaza, ha visto cientos de seguidores detenidos en las últimas semanas, incluidos casi 900 manifestantes solo el pasado sábado en Londres.
En junio, miembros de Palestine Action irrumpieron en una base de la Royal Air Force en Oxfordshire y mancharon dos aviones con pintura roja en protesta por la postura británica sobre la violencia en Gaza. La policía estimó los daños en más de 8 millones de euros, lo que llevó a la designación terrorista.
Consecuencias legales y debate social
La designación terrorista significa que los simpatizantes pueden ser detenidos simplemente por sostener carteles con el texto "Estoy en contra del genocidio. Apoyo a Palestine Action". Siete holandeses se encontraban entre los detenidos recientemente, según Extinction Rebellion Nederland.
Palestine Action ha apelado contra la designación terrorista, con una audiencia programada para el 25 de septiembre. Organizaciones de derechos humanos, incluida Amnistía Internacional, han condenado la prohibición como "una excesiva expansión legal preocupante" que ataca las libertades fundamentales de expresión y reunión.
La eliminación inmediata de la obra de arte solo ha reforzado el mensaje, demostrando las mismas tensiones entre la autoridad y la resistencia que el trabajo de Banksy capta tan efectivamente.