Misión de la ONU revela condiciones atroces en ciudad sudanesa sitiada
Por primera vez en casi dos años, los trabajadores humanitarios de la ONU han obtenido acceso a la ciudad sudanesa sitiada de Al-Fasher, y lo que encontraron fue descrito como un 'epicentro del sufrimiento humano'. El equipo de la ONU, dirigido por la coordinadora humanitaria Denise Brown, pasó varias horas en la ciudad, que fue capturada en octubre de 2025 por las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) tras un asedio de 18 meses.
'Al-Fasher es el epicentro del sufrimiento humano', dijo Brown a la AFP en una entrevista exclusiva. 'Lo que vimos fue una ciudad en gran parte destruida, con civiles viviendo en condiciones inimaginables sin acceso a alimentos, agua potable o saneamiento básico.'
Una ciudad reducida a escombros
La evaluación de la ONU revela que una parte significativa de la infraestructura de Al-Fasher ha sido destruida. Antes hogar de aproximadamente 250.000 habitantes, la ciudad ahora parece mayormente abandonada, con civiles que quedaron atrás refugiándose en edificios abandonados o dañados. El equipo observó a personas usando trozos de plástico como mantas improvisadas, lo que subraya la privación extrema.
Según el informe de Al Jazeera, la ONU describió la ciudad como una 'escena del crimen' tras su primer acceso desde la toma de control por las RSF. La visita reveló que más de 100.000 residentes han huido desde que las RSF tomaron el control el 26 de octubre, con sobrevivientes reportando masacres étnicamente motivadas y detenciones generalizadas.
Evidencia de atrocidades masivas
La misión de la ONU llega en medio de crecientes pruebas de atrocidades masivas cometidas en Al-Fasher. Imágenes satelitales han revelado lo que parecen ser al menos 150 pilas de cuerpos en varios lugares de la ciudad. Los investigadores creen que las RSF intentaron destruir la evidencia de la masacre mediante entierro, quema y eliminación de restos humanos.
'Aún no hemos recopilado suficiente información para determinar cuántas personas quedan, pero sabemos que grandes partes de la ciudad han sido destruidas', explicó Brown. El acceso limitado de su equipo ofreció solo un vistazo de la catástrofe humanitaria que se desarrolla en la capital de Darfur del Norte.
Las Naciones Unidas han recibido informes de asesinatos ilegales, secuestros, detenciones arbitrarias y ataques indiscriminados contra mercados, hospitales y lugares de culto en la región.
Crisis humanitaria de escala sin precedentes
La situación en Al-Fasher representa solo un aspecto de lo que la ONU describe como 'la peor crisis humanitaria del mundo'. Según Dabanga Sudan, el conflicto ha matado a casi 150.000 personas desde abril de 2023, ha desplazado internamente a 12 millones y ha obligado a más de 4 millones a huir a países vecinos.
UNICEF ha advertido sobre una desnutrición infantil sin precedentes en Darfur del Norte, donde el 53% de los niños examinados resultaron estar desnutridos de forma aguda, y uno de cada seis sufría desnutrición aguda grave que amenazaba su vida. El hospital saudí en Al-Fasher sigue en pie pero ha agotado sus suministros médicos, según el equipo de Brown.
Contexto histórico y conflicto continuo
Al-Fasher ha sido un punto crítico en la guerra civil sudanesa desde que estallaron los combates en abril de 2023 entre el ejército sudanés (SAF) y las RSF. La ciudad sirvió como el último bastión del SAF en Darfur hasta su captura en octubre de 2025. Según Wikipedia, la masacre de las RSF que comenzó el 26 de octubre de 2025 representa lo que los expertos humanitarios consideran el peor crimen de guerra cometido durante la guerra civil sudanesa.
El conflicto ha devastado la infraestructura de Sudán, con el 80% de los hospitales en zonas de conflicto no operativos y 17 millones de niños sin asistir a la escuela. Epidemias de cólera y dengue han cobrado miles de vidas, mientras que la destrucción de infraestructura ha causado una parálisis económica casi total.
Respuesta internacional y desafíos futuros
El acceso limitado de la ONU a Al-Fasher representa un avance tras largas negociaciones, pero los trabajadores humanitarios enfrentan desafíos inmensos para brindar ayuda. El informe de Reuters indica que los trabajadores humanitarios encontraron signos mínimos de vida en la ciudad tras la toma paramilitar.
Denise Brown enfatizó la necesidad urgente de protección de civiles bajo el derecho internacional humanitario, paso seguro para quienes deseen partir y acceso a suministros esenciales para quienes se queden. 'Los comandantes y combatientes son responsables bajo el derecho internacional', declaró, 'y los trabajadores humanitarios deben ser protegidos para continuar brindando ayuda que salva vidas.'
Mientras la comunidad internacional lucha con cómo responder a lo que la ONU llama 'el peor desastre humanitario del mundo', la gente de Al-Fasher continúa soportando condiciones que desafían la comprensión, viviendo en una ciudad que se ha convertido en sinónimo de sufrimiento humano a una escala inimaginable.