Creciente presión internacional sobre el gobierno de Netanyahu
Los países occidentales están perdiendo cada vez más paciencia con el gobierno israelí a medida que el conflicto de Gaza entra en su segundo año. Varios gobiernos están considerando reconocer al Estado palestino, e incluso aliados tradicionales como Alemania han suspendido envíos de armas que podrían utilizarse en operaciones en Gaza.
Consecuencias diplomáticas y renuncias
Países Bajos ha experimentado una considerable agitación política sobre este tema, con la renuncia del ministro de Relaciones Exteriores Veldkamp tras el fracaso en obtener apoyo para medidas contra Israel. Su partida, junto con colegas del NSC, subraya la creciente división dentro de los aliados tradicionales de Israel.
Respuesta desafiante de Netanyahu
El primer ministro Benjamin Netanyahu responde a las críticas internacionales con contraataques en lugar de reconciliación. Calificó al primer ministro australiano Albanese como "un líder débil que traiciona a Israel" por su apoyo al reconocimiento palestino y acusó al presidente francés Macron de "avivar incendios antisemitas en Francia". Israel está considerando aparentemente cerrar el consulado francés en Jerusalén como represalia.
Perspectivas internas israelíes
Eran Etzion, exasesor principal del gobierno israelí, señala que el gobierno actual "no quiere escuchar a los amigos. Se sienten atacados, y desde su perspectiva eso es comprensible". Él estima que solo el 20-30% de los israelíes son indiferentes a la opinión internacional, mientras que la mayoría se siente incomprendida por la comunidad mundial.
Impacto psicológico y aislamiento mediático
"Casi todos los israelíes luchan con un trauma no procesado", explica Etzion. "Hay muy poca tolerancia a las críticas. Desde el 7 de octubre nos defendemos, pero medio mundo habla de genocidio y crímenes de guerra". La mayoría de los israelíes reciben información principalmente a través de medios controlados por el gobierno que los aíslan de las realidades en Gaza.
Aliados permanentes y consecuencias limitadas
A pesar de la creciente aislamiento, Israel mantiene el apoyo de aliados clave, particularmente Estados Unidos bajo el presidente Trump. La alineación ideológica entre las administraciones de Trump y Netanyahu sigue siendo fuerte, viendo ambas a la democracia liberal como una amenaza y encontrando terreno común con líderes como Viktor Orbán de Hungría.
Falta de acción concreta
A pesar de la fuerte retórica, las medidas concretas contra Israel siguen siendo limitadas. Francia, Reino Unido y Canadá advirtieron en mayo sobre posibles consecuencias si Israel no detenía operaciones militares y permitía ayuda humanitaria, pero aparte de amenazas simbólicas sobre el reconocimiento palestino, las acciones sustanciales son mínimas.
La Unión Europea no logró alcanzar la mayoría requerida para rescindir su acuerdo comercial con Israel, lo que demuestra los desafíos de una respuesta internacional coordinada. La situación refleja la compleja realidad geopolítica donde la condena a menudo pesa más que la acción concreta en la diplomacia internacional.