Ataque cibernético a infraestructura crítica
Hackers rusos lograron tomar el control de una presa en Bremanger, Noruega, a principios de este año, manteniendo las compuertas abiertas durante cuatro horas. Según los servicios de inteligencia noruegos, aproximadamente 500 litros de agua por segundo fluyeron a través de la estructura antes de que se detectara la intrusión.
Daños mínimos debido a condiciones favorables
No hubo consecuencias graves porque los niveles de agua a ambos lados de la presa se mantuvieron bajos, evitando peligros para las viviendas cercanas. Beate Gangaas, jefa de seguridad noruega, confirmó que el ataque buscaba sembrar miedo: 'Nuestros vecinos rusos se han vuelto más peligrosos.'
Atribución y negación
Mientras la embajada rusa niega su participación y califica las acusaciones como 'mitos', un grupo de hackers prorrusos reivindicó el ataque mediante mensajes verificados en Telegram. Este grupo tiene antecedentes de operaciones similares.
Vulnerabilidades en infraestructura crítica
Este incidente resalta los problemas de seguridad en infraestructuras esenciales. Una auditoría de 2019 en Países Bajos ya había señalado deficiencias en la ciberseguridad de sus sistemas de control de agua, a pesar de su importancia vital.
Riesgo energético único de Noruega
El ataque es especialmente relevante para Noruega, donde la energía hidroeléctrica es la principal fuente de electricidad. Un compromiso en los sistemas hídricos podría causar inundaciones o apagones nacionales. Gangaas explicó la demora en la divulgación: 'Quiero que los noruegos estén preparados.'
Escalada en la guerra cibernética
Informes británicos indican que Rusia está realizando operaciones de sabotaje cada vez más audaces contra aliados de Ucrania. Expertos sugieren que estos ataques buscan desalentar el apoyo occidental mediante presión psicológica y daños a infraestructuras.