Supertifón Fung-wong deja estela de destrucción en Filipinas
Filipinas respira colectivamente tras el paso del supertifón Fung-wong, aunque la tormenta cobró la vida de al menos cuatro personas y causó daños generalizados en Luzón, la isla más poblada del país. El tifón, que tocó tierra el 9 de noviembre de 2025 con vientos de hasta 185 kilómetros por hora, ya ha abandonado territorio filipino y se dirige hacia Taiwán.
Inventario de víctimas y daños
Según autoridades locales e informes de noticias internacionales, entre los fallecidos se encuentran dos niños que murieron cuando su casa fue enterrada por un deslizamiento de lodo. 'La casa donde se encontraban quedó completamente sepultada por un flujo de lodo,' informó un funcionario local que deseaba permanecer en el anonimato. La tormenta también hirió a varias personas y desplazó a más de 1,4 millones de residentes en las regiones afectadas.
Los apagones eléctricos afectaron a provincias enterras, con equipos de rescate trabajando día y noche para restaurar la electricidad. El tifón dañó aproximadamente 1,000 viviendas y provocó deslizamientos de tierra que bloquearon rutas de transporte importantes. 'Vemos daños significativos en la infraestructura, especialmente en áreas costeras donde la marejada ciclónica se combinó con fuertes lluvias,' dijo María Santos, coordinadora de gestión de desastres de la Cruz Roja Filipina.
Evacuaciones masivas dan frutos
El número relativamente bajo de víctimas mortales se atribuye a los esfuerzos masivos de evacuación emprendidos antes de la llegada de la tormenta. Más de 900,000 personas fueron evacuadas de áreas vulnerables después de que las autoridades atendieran las advertencias del Servicio Meteorológico de Filipinas (PAGASA), que había clasificado a Fung-wong como un 'supertifón' mientras aún estaba sobre el océano.
'Las evacuaciones preventivas sin duda salvaron innumerables vidas,' declaró el secretario de Defensa Gilberto Teodoro durante una conferencia de prensa. 'Aunque lamentamos a aquellos que perdimos, la situación podría haber sido mucho peor sin estas medidas preventivas.'
Tormentas consecutivas prueban la resiliencia
Fung-wong representa la tormenta número 21 que azota Filipinas este año y llega solo días después del tifón Kalmaegi, que devastó la parte central del país y mató a 224 personas. Las tormentas consecutivas han tensionado las capacidades de respuesta de emergencia y han subrayado la vulnerabilidad de la nación ante condiciones climáticas extremas.
El presidente Ferdinand Marcos Jr. declaró el estado de emergencia tras la devastación causada por Kalmaegi, y los trabajos de recuperación ya estaban en marcha cuando se acercaba Fung-wong. 'Nuestra gente muestra una resiliencia increíble, pero estos desastres consecutivos están probando nuestros límites,' dijo el presidente en un discurso televisado.
Conexión climática
Los científicos vinculan cada vez más la intensidad de ciclones tropicales como Fung-wong con el cambio climático. La investigación indica que aunque el cambio climático no necesariamente aumenta la frecuencia de los tifones, sí intensifica significativamente su fuerza debido a temperaturas oceánicas más cálidas que proporcionan más energía y humedad para el desarrollo de tormentas.
El Dr. Carlos Ramírez, científico climático de la Universidad de Filipinas, explicó: 'Lo que vemos con tormentas como Fung-wong es consistente con modelos climáticos que predicen tifones más fuertes y lluviosos en un mundo que se calienta. Filipinas, ubicada en el cinturón de tifones, sufre impactos desproporcionados de emisiones generadas en otros lugares.'
Impacto regional y amenazas futuras
Mientras Fung-wong se mueve hacia el noroeste en dirección a Taiwán, las autoridades allí se preparan para la llegada de la tormenta con vientos esperados entre 130 y 160 kilómetros por hora. Funcionarios taiwaneses han comenzado a evacuar a casi 5,000 personas de áreas costeras vulnerables.
La llegada de la tormenta coincide con conversaciones climáticas en curso de la ONU, lo que ejerce presión adicional sobre los líderes mundiales para abordar el impacto desproporcionado del cambio climático en los países en desarrollo. 'Filipinas contribuye con menos del 0,4% de las emisiones globales, pero sufre algunas de las peores consecuencias del cambio climático,' señaló la secretaria de Medio Ambiente Toni Yulo-Loyzaga.
Con la temporada de tifones continuando hasta diciembre, las autoridades meteorológicas advierten que podrían formarse más tormentas en las próximas semanas, manteniendo a la nación en estado de alerta incluso mientras comienza la recuperación de Fung-wong.