El ministro de Justicia checo ha renunciado tras las críticas por una donación de un criminal condenado. El ministerio subastó los bitcoins, valorados en casi 40 millones de euros, para ayudar a las víctimas del crimen y mejorar las prisiones.
El ministro Pavel Blazek enfatizó que no hubo nada ilegal, pero renunció para proteger la reputación de la coalición. Afirmó no estar al tanto del origen ilegal de los bitcoins.
La donación salió a la luz esta semana. Los medios checos informaron que los bitcoins provenían de Tomas Jirikovsky, quien supuestamente operaba un mercado en la darknet para bienes ilegales.
El primer ministro Petr Fiala elogió el paso responsable de Blazek. Aún no se conoce un sucesor.