
La nueva realidad de la tecnología genética
La tecnología CRISPR permite modificaciones precisas del ADN. Mientras que la edición somática trata enfermedades como la anemia falciforme, la modificación de la línea germinal altera embriones de manera hereditaria. El experimento chino con gemelos resistentes al VIH en 2018 causó indignación mundial y reveló lagunas regulatorias.
Zonas de peligro ético
Las principales preocupaciones incluyen efectos genéticos no deseados, acceso desigual que crea "élites genéticas" y la pendiente resbaladiza hacia mejoras cosméticas. La OMS advierte que la modificación de la línea germinal conlleva "desafíos éticos únicos" porque los cambios afectan a generaciones futuras. Grupos religiosos cuestionan el derecho a "jugar a ser Dios", mientras que activistas por la discapacidad ven amenazada la aceptación de la diversidad.
Caos regulatorio global
29 países europeos prohíben la modificación de la línea germinal a través del Convenio de Oviedo. China condenó a He Jiankui y recientemente prohibió toda investigación clínica en línea germinal. Las directrices de la FDA estadounidense de 2024 se centran en terapias somáticas pero evitan la modificación hereditaria. El nuevo marco ético de Sudáfrica ofrece un término medio con evaluaciones caso por caso.
El futuro: ¿Bendición o caja de Pandora?
Los defensores argumentan que la modificación de la línea germinal podría erradicar enfermedades como el Huntington. Estudios recientes muestran que las puntuaciones de riesgo poligénico pueden predecir el 90% de las enfermedades comunes. Sin embargo, el 68% de los científicos en una encuesta de Nature de 2025 apoya moratorias hasta que mejore la seguridad. Mientras los debates internacionales se intensifican, la sociedad debe decidir: ¿Vale la pena reescribir nuestro código genético para prevenir el sufrimiento?