
Irán lanzó cientos de drones y misiles en represalia por un ataque israelí a gran escala contra instalaciones nucleares y líderes militares. Aunque el contraataque fue masivo, muchos proyectiles fueron interceptados por el sistema de defensa israelí Iron Dome, con ayuda de EE.UU. y Jordania. Sin embargo, los misiles que alcanzaron su objetivo causaron daños significativos, con varias muertes y decenas de heridos.
El periodista y experto en Oriente Medio Abdou Bouzerda advierte que las capacidades de Irán están siendo subestimadas. "Desafían al Iron Dome con números", explica. "Si el sistema está ocupado interceptando drones, otros misiles tienen más posibilidades de alcanzar su objetivo".
El periodista belga Jens Franssen, desde Tel Aviv, duda que Irán pueda sorprender las defensas aéreas israelíes. "Será muy difícil para Irán dañar a Israel desde el aire", afirma. "Podrían recurrir a la guerra híbrida, atacando intereses israelíes en el extranjero".
Bouzerda destaca que Irán posee misiles hipersónicos, capaces de alcanzar quince veces la velocidad del sonido y aún no utilizados. "Su uso podría escalar dramáticamente el conflicto", advierte. Irán también cuenta con aliados regionales, como Hezbollah y los rebeldes Houthi, que podrían llevar a cabo sabotajes o ataques menores.
Otra herramienta de presión es el Estrecho de Hormuz, una ruta petrolera crucial. "Irán ha amenazado antes con cerrarlo, lo que afectaría el suministro global de petróleo", señala Bouzerda.
Mientras tanto, Israel mantiene opciones de represalia significativas, incluyendo el posible uso de bombas bunker-busters, aunque su disponibilidad depende del apoyo estadounidense.