El presidente Bola Tinubu confirma que los últimos 130 niños secuestrados en una escuela de Papiri han sido liberados, completando el rescate de los 230 estudiantes. La operación pone fin a un secuestro masivo de un mes, pero ocurre en el contexto de una epidemia nacional de secuestros que ha afectado a miles y creado una economía paralela criminal.
Todos los 230 niños escolares nigerianos liberados tras un mes de cautiverio
En un dramático desarrollo en la víspera de Navidad, el presidente nigeriano Bola Tinubu anunció que los últimos 130 niños escolares secuestrados el mes pasado fueron liberados con éxito, poniendo fin a una prueba traumática que mantuvo al país en vilo. 'Esperamos verlos mañana en Minna para que puedan celebrar la Navidad con sus padres,' declaró Tinubu a través de la plataforma de redes sociales X, confirmando así la resolución completa del secuestro masivo que comenzó el 21 de noviembre de 2025.
El secuestro de la escuela Papiri
La crisis comenzó cuando hombres armados asaltaron la Escuela Católica St. Mary en Papiri, estado de Níger, y secuestraron a aproximadamente 300 estudiantes y 12 miembros del personal. El ataque siguió un patrón que, trágicamente, se ha vuelto familiar en las regiones del norte de Nigeria, donde bandas criminales han convertido los secuestros en una industria lucrativa. Según informes de medios nigerianos, la operación de rescate fue impulsada por inteligencia, aunque los detalles específicos permanecen en secreto por razones de seguridad.
El asesor especial del presidente Tinubu para información y estrategia, Bayo Onanuga, confirmó que 'ya no hay estudiantes en cautiverio' tras la última operación. Esto eleva el número total de niños liberados a 230, con 50 que escaparon poco después del secuestro, otros 100 rescatados el 8 de diciembre y ahora los últimos 130 liberados justo días antes de Navidad.
La epidemia de secuestros en Nigeria
El incidente de Papiri representa solo un capítulo en la continua crisis de seguridad de Nigeria. Según un informe de 2025, solo entre julio de 2024 y junio de 2025, al menos 4,722 personas fueron secuestradas en 997 incidentes separados en todo Nigeria. Las demandas de rescate durante este período alcanzaron aproximadamente 48 mil millones de nairas (alrededor de 32 millones de dólares), de los cuales se pagaron efectivamente entre 2,56 y 2,57 mil millones de nairas a los secuestradores.
La Dra. Toyosi Akerele-Ogunsiji, basándose en su experiencia con el Fondo de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, señala que 'la industria del secuestro se ha convertido en una economía paralela sofisticada' con redes organizadas de financiadores, informantes, logística y proveedores de armas. La región noroeste representa el 62% de las víctimas, siendo Zamfara, Kaduna y Katsina puntos críticos particulares.
Contexto histórico: de Chibok a Papiri
El secuestro de Papiri evoca inevitablemente comparaciones con el secuestro de las escolares de Chibok en 2014, cuando militantes de Boko Haram secuestraron a 276 niñas de su escuela en el noreste de Nigeria. Ese incidente provocó indignación mundial y la campaña #BringBackOurGirls. Mientras 57 niñas escaparon de inmediato, hasta abril de 2024, 82 seguían desaparecidas después de diez años.
Según informes de Al Jazeera, el secuestro de Chibok estableció un patrón de secuestros escolares en Nigeria, con más de 1,400 niños secuestrados en la última década. Muchos sobrevivientes liberados enfrentan inmensos desafíos para reintegrarse en la sociedad, con traumas psicológicos persistentes a pesar de los programas de apoyo gubernamental.
Impacto económico y desafíos de seguridad
La crisis de secuestros tiene graves consecuencias económicas que van más allá de la tragedia humana directa. Un análisis de noviembre de 2025 revela que las empresas en Abuja han visto una caída del 33% en los ingresos, mientras que los costos de transporte han aumentado y las primas de seguros se han disparado debido a las preocupaciones de seguridad. El sector agrícola se ha visto particularmente afectado, con agricultores abandonando sus tierras por miedo a ser secuestrados.
El presidente Tinubu, quien asumió el cargo en 2023 después de servir como gobernador del estado de Lagos, enfrenta una presión creciente para abordar los desafíos de seguridad de Nigeria. El líder de 72 años, que estudió contabilidad en la Universidad Estatal de Chicago y trabajó para Mobil Nigeria antes de ingresar a la política, ha hecho de la seguridad una prioridad clave de su administración.
Perspectivas futuras
Aunque el rescate de Papiri representa una victoria importante para las autoridades nigerianas, los expertos advierten que tales incidentes continuarán ocurriendo sin abordar las causas de la economía del secuestro de Nigeria. La pobreza, el desempleo y la depreciación de la moneda crean un terreno fértil para empresas criminales, mientras que se estima que un tercio de los ingresos por rescate financian a grupos islamistas como Boko Haram.
Mientras los niños liberados de Papiri se reúnen con sus familias para Navidad, su prueba subraya tanto la resiliencia del pueblo nigeriano como la necesidad urgente de reformas de seguridad integrales. La exitosa operación de rescate muestra lo que es posible con esfuerzos de inteligencia coordinados, pero el desafío más amplio de desmantelar la industria del secuestro de Nigeria persiste.
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